Ronaldo y su regreso

Ronaldo me alegró la "Transición", el periodo más fome de la historia de la Humanidad. Un gordo, capaz de pichulearse a cualquiera, para luego terminar la jugada con un nunca-bien-ponderado puntete. 
Pero, a sus años y gordura, Roni estaba a un lado de la muerte y, un mal día, pasó. Y lloré, lloré desconsolado por casi veinte minutos, quizás muchos más. Ronaldo, el gordo de siempre, se retiraba del fútbol para siempre. No lo podía creer. Yo, futbolero y su seguidor desde hace años, me quedaba sin mi máximo ídolo.
El mundo estaba sumido en la trsiteza, pero tuve fe en El Pulento y el milagro aconteció: El Gordo Mayor regresaba a las canchas.
El regreso de Ronaldo estuvo seguido de mucha polémica. Tras recuperarse de su lesión en Flamengo, firma su fichaje por Corinthians. Pero no era primera vez que hacía algo semejante: se pasó por la raja a todos en España y fichó por el Barcelona y el Madrid; lo mismo hizo en Italia, con el Inter y el Milan.
Pero qué de interesante puede tener la historia de Ronaldo, goleador de los Mundiales, en un blog de política y alta cultura (?) La explicación a continuación:
a) el loco supo posicionarse en un momento complejo del fútbol: los jugadores vistosos de los 80's y 90's ya estaban en decadencia y aparecían los efectivos (jugadores de mucho trabajo físico y multi-posiciones). Ronaldo, delantero neto, gordo y sin cabezazo, logró dominar ambos estilos y recibir tres veces el premio al mejor jugador del mundo. En síntesis, supo enfrentar un momento complejo de la humanidad con convicción y con toda la fuerza de la historia, o sea, era un revolucionario.
b) el tipo tiene "historias sin resolver". Entre los mitos se cuenta que lo drogaron en la final de Francia 98, que ganaron los dueños de casa. Estaba perdido, anulado, muerto. En otras palabras, fue víctima de la mano invisible del capitalismo.
c) se comió modelos ricas y weonas como una puerta. Además, carretió siempre y tuvo el poder divino de trabajar con caña. En definitiva, era un obrero de tomo y lomo y cumplió el sueño oculto de todo picao a izquierda: comerse una facha sin sentimientos de culpa proletaria.
Más allá de las anécdotas y de su poderío ofensivo, Roni se ganó el cariño de los futboleros -público muchas veces bien webón, llevado a su idea y tozudo-. Entre los recuerdos más preciados está su look. Su pelo para el 2002 generó olas de niños en Brasil imitando aquella "cejita" o "uñita", como fue bautizado el corte.

Hace mucho tiempo ya que nuestro ídolo no marcaba goles en partidos oficiales. Así, la situación se presentaba como la óptima para un violento transgresor del Sistema: Clásico Palmeiras contra Corinthians. El Palmeiras ganaba hasta el minuto 94 y Ronaldo, tras un par de oportunidades malogradas, se ilumina por el Tatita God. Recuerda su infancia de carencias y opresión de la clase dominante brazuca, mira el cielo y reniega de los dioses futboleros del pasado y, con grandilocuencia, conecta con su peor arma -el cabezazo- pero con la fuerza de un pueblo en llamas. Todos se vuelven changos, celebran con él con ternura latinoamericana, rompen la reja, dejan la cagá y nos demuestran que sí, Ronaldo es Revolución.


Les aseguro que lo anterior no lo logrará ni Ronaldinho, Ni Messi, Ni Cristiano Ronaldo.

1 comentario:

Fabrizio dijo...

Sabís que el artículo no es TAN TAN weno, pero no puedo dejar de pensar en que levantar a Ronaldo como revolucionario, es signo de que la revolución está por venir.